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More Than Monarchs: Understanding Traditions linked to Monarch Butterflies

Apr 02, 2020

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The ofrenda tradition from Mexico has been carried to the United States and Canada by Mexican immigrants. Pictured above is an ofrenda at the J.S. Morton High School Freshman Center in Cicero, IL that Mexican-American students created to celebrate life and culture.

Article by Columba Gonzalez  PhD (Desplácese hacia abajo para leer en Español)

The conservation of the monarch butterfly is a theme that unites many “knowledges” and ways of understanding the world. This butterfly is probably the most iconic insect across North America and faces survival challenges along its migratory route through Canada, the United States and Mexico. Its impressive migration and the risk of its disappearance are what unites these knowledges of different origins. Here, we will talk about the Traditional Ecological Knowledge (TEK) linked to Mexico, which is the overwintering habitat of the eastern monarch population. 

In Mexico, it is possible to talk about the existence of traditions linked to the overwintering habitat of the monarch butterfly among Mazahua and Otomis people. These two ethnic groups are thought to be related to a pre-colonial past called Otomangue that dates from 200 to 600 A.D. (Tirel, 2013: 59). They are two of the oldest ethnic groups that have continuously inhabited the Mexican central plateau. The word “Mazahua” is of Nahua origin (the Aztecs’ language). It means “deer people,” although it should be noted that those who belong to this group define themselves as Jñato (their original name). “Otomi” is also a Nahuatl word, which means “bird fletchers,” and these group’s self-ascribed name is Nya-Nyu or Hña-Hñu. For both groups, the oyamel forest has a ritualized character. It exists as a fluid space between the high oyamel forest: where the monarch overwinters, and the milpa: a family garden usually located in the lower part of the mountains that host monarchs.

 

Monarchs as Harvesters

The Mazahua and Otomi holistically incorporate monarchs into traditional rituals, specifically around the agricultural season. The arrival of the monarch coincides with the end of the harvest. This is why monarchs are also locally known as harvesters. There are ethno-historic records that affirm that these traditions are pre-colonial and that since pre-Hispanic times the monarch has been related to the Sun God: creator and giver of life. According to those studies, the Mazahua believed that “… from the mouth of the god of creation, the sun appeared everyday and that the sun rays, during the winter season, became butterflies, seeds of the sun, to cover the earth and humans, fertilize the soil and pollinate the flowers, decorate the life and the air…” [Correa Pérez 1986 in Duarte and Martínez 2004]. In this same direction, the metamorphosis of the creator into butterflies was an explanation of monarchs as a prolific life-giving insect.  In addition, these communities associate the departure of monarchs (the return of monarchs to the United States and Canada) with the preparation of the soil and the beginning of the next agricultural cycle. 

 

Monarchs as Carriers of Souls 

Among the forest communities of central Mexico, monarchs are believed to be the souls of their ancestors. Monarchs carry the soul of a relative or friend who, for one night, returns to the world of the living. The “visit” is to celebrate Day of the Dead in the first days of November. People eat traditional corn food, set-up an ofrenda (offering or altar) to the ancestors and celebrate in pubic spaces such as churchyards and plazas. The orange flower known as cempasuchil, is used to guide the ancestors to the altars because of its bright color and strong fragrance. It is believed that the orange of the monarch wings coincides with the orange in this flower. 

The relationship of the monarch with the agricultural cycle and the beliefs around the Day of the Dead are powerful cultural reasons to protect this insect. Understanding monarchs in connection to traditional knowledge creates a story that turns an exciting migratory insect into an important cultural cornerstone.

To see photos of traditional Mazahua and Otomi ofrendas, you can click through these links. 

 

Español 

Mas que monarcas: entendiendo las dimensiones culturales ligadas a la mariposa monarca 

La conservación de la mariposa monarca es un tema que une muchos “conocimientos” y formas de entender el mundo. Esta mariposa es, probablemente, la más icónica en el territorio de América del Norte y enfrenta retos de sobrevivencia a lo largo de su ruta migratoria entre Canadá, Estados Unidos y México. Su impresionante migración y el riesgo de su desaparición son lo que une a estos conocimientos de origen distinto. Aquí, hablaremos de los conocimientos tradicionales ligados a México, el hábitat de hibernación de la mariposa monarca de la Costa Este. 

En México es posible hablar de la existencia de tradiciones ligadas al hábitat de hibernación de la mariposa monarca entre grupos de  mazahuas y otomís. Las dos etnias se consideran ligadas a un pasado pre-colonial denominado Otomangue que data entre los años 200 a 600 d.C. (Tirel 2013, 59). Son dos de las etnias más antiguas que han habitado, de manera continua, el altiplano mexicano (central México).  La palabra “mazahua” es de origen nahua (el lenguaje de los Aztecas) y significa “gente de venado”, aunque hay que apuntar que quienes pertenecen a este grupo se auto definen como Jñato (su nombre original). Por su parte, “otomí” también es una palabra en náhuatl, que significa “flechadores de pájaros” y su nombre de auto adscripción es nya-nyu o hñahñu. Para ambos grupos el bosque de Oyamel tiene un carácter ritualizado y se vive como un espacio fluido entre el bosque alto: donde habita la monarca, y la milpa: su huerto familiar usualmente ubicado en la parte baja de la montana. 

 

Cosechadoras 

Un ejemplo de las formas en que la monarca se asocia con tradiciones mazahuas y otomís es a través rituales de agradecimiento y de petición de un buen ciclo agrícola. La llegada de la monarca  coincide con el fin de la cosecha, eso por eso que también se les conoce como cosechadoras. Hay registros etnohistóricos que afirman que estas tradiciones son pre-coloniales y que desde la época prehispánica la monarca se ha relacionado con el Dios sol, antiguo Dios de los mazahua, creador y dador de vida: la tradición mazahua dice que “…de la boca del dios de la Creación, cada día aparecía el sol y que los rayos de éste, durante la estación invernal, se transformaban en mariposas (simiente del sol) para arropar la tierra y a los hombres, fertilizar el suelo y polinizar las flores, adornar la vida y el aire…” (Correa Pérez 1986 en  Duarte and Martínez 2004 ) este mismo sentido, las mariposas se veían como una metamorfosis del dios creador y por ello como un prolífico insecto dador de vida. Como parte del ciclo agrícola y sus rituales, se ha documentado que las comunidades mazahuas vinculan la partida del vuelo migratorio (el regreso de las monarcas al Norte) con la preparación del suelo y el inicio de la siembra para el siguiente ciclo agrícola. 

 

Alma de los difuntos  

Entre estas comunidades forestales, se cree que las monarcas son las almas de los antepasados. Las monarcas traen el alma de un pariente o amigo que, por una noche, regresa al mundo de los vivos. La "visita" es para celebrar el Día de Muertos en los primeros días de noviembre cuando se come comida tradicional, se coloca una ofrenda o altar a los antepasados ​​y se celebra en los espacios púbicos como cementerios y plazas la llegada de los difuntos. La flor conocida como cempasúchil, de n particular naranja, se usa en ​ los altares ya que su color brillante y su fuerte fragancia sirven para guiar a los difuntos. Se cree que el naranja brillante de las alas de la monarca coincide con esta flor.

Conclusión: Unidos, la relación de la monarca con el ciclo agrícola y el simbolismo en torno al Día de Muertos son poderosas tradiciones para proteger a la monarca desde un conocimiento tradicional que le otorga un lugar “mas allá de un insecto migratorio.” 

Fotos de las ofrends trdicionales de Mazahua y Otomi

 

References 

Duarte, Crispín, and Rosa María Martínez. 2004. Los Mazahuas de Zitácuaro. Cultura, Fiestas, Ritos, Danzas y Artesanías. Zitácuaro, Michoacán, México: Consejo Ciudadano de Desarrollo y Cultura Municipal, Secretaría de Cultura, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Tirel, Magali Iris. 2013. Parteaguas: La Propuesta Mazahua a La Ciudad de México: Reciprocidad, No-Violencia y Sustentabilidad. Primera edición. Colección Investigaciones. Morelia, Michoacán: México, D.F: El Colegio de Michoacán; Programa Universitario de Medio Ambiente, Universidad Nacional Autónoma de México.

The Monarch Joint Venture is a national partnership of federal and state agencies, non-governmental organizations, businesses and academic programs working together to conserve the monarch butterfly migration. The content in this article does not necessarily reflect the positions of all Monarch Joint Venture partners.